Según el investigador sueco Bo Rothstein, existe una clara correlación entre la calidad de los sistemas educativos que distintos países tenían en 1870 y su nivel de corrupción en 2010.
Por calidad del sistema educativo nos referimos en este caso al promedio de los años de escolarización, mientras que el grado de corrupción se ha medido usando el Indíce de Percepción de la Corupción (CPI, por sus siglas en inglés) definido por la organización Transparencia Internacional. Este índice va de 0 a 10 de tal modo que es más pequeño cuanto mayor sea la percepción de corrupción. El efecto se ilustra en la figura que he extraído del artículo «Mass Education, State Building and Equality«, de Uslaner y Rothstein, y editado para señalar —con el círculo rojo— la medida correspondiente a España (entre nosotros: me sorprende que les hayan dejado publicar la figura así, tan chapucera como está).
Creo que se pueden hacer bastantes objeciones al método, pero no deja de ser un resultado curioso. Yo he encontrado el dato en este artículo.
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